El pasado jueves 18 de este primer mes del año, la Academia de Ciencias Políticas y Sociales (ACIENPOL), homenajeó, en evento especial a la ilustre jurista venezolana Josefina Calcaño de Temeltas, que falleció el 11 de enero del año pasado. Asistir a los actos que se celebran en el Palacio de las Academias es algo especial, casi una experiencia espiritual que se siente al entrar a uno de los recintos que, desde el siglo XVI, ha sido escenario de innumerables acontecimientos de la historia patria, convirtiéndose ahora en una especie de trinchera, donde la sabiduría se defiende de un mundo en que predomina la banalidad y la superficialidad.
En el acto, distinguidos miembros de la Academia y otros juristas allegados a la Doctora Josefina Calcaño, destacaron la personalidad y la obra de la homenajeada, anunciando además la publicación de un boletín especial y la compilación, en dos tomos, de numerosos trabajos de investigación jurídica en su honor. Personalmente, mi contacto con la Doctora Calcaño se produjo con motivo de la creación y consolidación de la Escuela de Derecho de Ucab Guayana.
En aquel tiempo, coincidimos en las reuniones del Consejo de Facultad de Derecho, donde se decidía todo lo referente a la nueva Escuela: nombramiento de profesores, programas, horarios, procedimientos disciplinarios y todo lo relacionado con la vida universitaria. Allí, la jurista destacaba con la observación aguda y el consejo prudente sin arrogancia; inclusive, consciente de las limitaciones que en aquel momento se vivían al sur del Orinoco para acceder al conocimiento jurídico, donó parte de su biblioteca a la Escuela de Guayana.
En mis recuerdos, siempre conservo la opinión que como jurado expresó sobre polémico trabajo de ascenso del profesor Julio Avalos, intitulado El Derecho y la Cultura del Pueblo Warao, producto de varios meses de convivencia del profesor con los indígenas en el delta del Orinoco; palabras más, palabras menos decía: Es una investigación excelente porque nos enseña muchas cosas que desconocemos de la vida de los indígenas; un mundo distinto que no se puede juzgar desde afuera, con los valores de nuestro mundo” Gracias a su opinión el trabajo fue aprobado.
Hoy, las personas realmente importantes, las mentes brillantes que fueron y son útiles a la sociedad no tienen mucho espacio en la dictadura de las redes sociales. Y si no fuera por eventos como el que aquí comento, poco a poco quedarían relegadas al archivo del olvido.
En fin, que estas modestas y breves palabras, sirva para recordar y agradecer el aporte de Josefina Calcaño de Temeltas, a la construcción del “Ucabismo Guayanés”.
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